Tornados: Impredicibles, Fascinantes y muy Peligrosos
¡Viene un tornado! Es una de las frases más comunes durante los meses de marzo a julio en el pronóstico del tiempo de Estados Unidos. Y resulta que la gran mayoría de los tornados se presentan en el centro de este país. ¿Por qué? Veamos de qué se trata este fascinante fenómeno.
¿Qué es un tornado?
Su nombre proviene del latín tornare que significa girar. Un tornado se define como un fenómeno meteorológico, que se presenta al existir un torbellino de aire muy violento que gira sobre sí mismo. A diferencia de
los huracanes (los cuales se forman en el mar), los tornados se configuran únicamente en tierra firme, y extienden su altura hasta las nubes. ¡Los vientos que dan lugar a los tornados pueden alcanzar velocidades hasta de 400 km por hora! Los tornados más fuer tes pueden arrancar árboles, destruir casas y otras edificaciones, levantar automóviles y hasta
succionar el pavimento de las calles, por lo que pueden resultar muy letales a su paso.
La receta para un buen tornado
Los ingredientes para que se forme un tornado son: una masa de aire cálido y húmedo enfrentada con otra masa de aire frío y seco. Adicionalmente es necesaria una corriente ascendente que conecte las dos masas con las nubes. Afortunadamente no sólo la presencia de estos tres factores hace que se forme un tornado, o de lo contrario tendríamos montones por toda la Tierra. Ya verás qué más hace falta.
¿Cómo se forman los tornados?
Cuando chocan las dos masas de aire cálida y fría se origina una fuerte
tormenta, acompañada de una nube denominada cumulunimbus, la cual se caracteriza por tener una forma vertical de gran tamaño. Dentro de esta gran nube se genera una corriente de aire ascendente (debido al intercambio de las temperaturas), en donde el aire frío
desciende y el caliente sube. Pero esto no es suficiente para que se genere un tornado. Aparte, en ocasiones se forman burbujas u otras masas de aire provenientes del calentamiento de la Tierra por los rayos del sol. Alguna de estas masas puede ser succionada por la gran nube anteriormente descrita (cumulunimbus), lo que provoca que ésta aumente su velocidad y fuerza de manera considerable. La rotación
de la Tierra o alguna corriente de aire horizontal impulsan la velocidad de las corrientes verticales de la masa absorbida, y rápidamente ésta “rebota” sobre sí misma generando el famoso tornado.
Partes de un tornado.
Nube madre: la nube de la cual se cuelga el tornado
y generalmente es del tipo cumulunimbus. La par te más alta de la
nube puede alcanzar 10 km de distancia desde la Tierra.
Embudo: prácticamente constituye el cuerpo del tornado, que va desde la nube madre hasta la superficie de la Tierra. Su aspecto es parecido al de una nube que se torna de color grisáseo a medida que avanza aspirando polvo y desechos.
Vórtice: la par te inferior del embudo que está en contacto con la Tierra. En ocasiones pueden existir varios vórtices para un mismo tornado. El vórtice representa la parte más peligrosa de un tornado, pues su diámetro es estrecho y por lo tanto los vientos alcanzan las mayores velocidades. El vór tice arrasa con cualquier objeto a su paso sobre la Tierra.
¿Por qué ocurren con frecuencia en Estados Unidos?
Si te fijas en un mapa de Estados Unidos, específicamente en la composición de su relieve, podrás notar que en el centro del país no existen áreas montañosas. Al no haber una barrera natural (como una montaña) para frenar los vientos que provienen del norte (fríos) y aquellos que vienen del mar por el sur (calientes), las masas de aire viajan con libertad en direcciones encontradas, hasta chocar justo en
la mitad del país. Adicionalmente, las temperaturas del verano calientan la Tierra generando las burbujas que mencionamos antes, y ahí está la receta completa para muchos tornados.
Toma nota:
Aunque en Colombia no se presentan muchos tornados, en ocasiones ocurren, sobre todo en las planicies de la costa caribe. Si algún día estás cerca de uno de estos fenómenos naturales, busca rápidamente refugio en una edificación grande, y aléjate de puertas, ventanas y objetos que pudieran caer. ¡Recuerda que su rumbo es impredecible!
¡Viene un tornado! Es una de las frases más comunes durante los meses de marzo a julio en el pronóstico del tiempo de Estados Unidos. Y resulta que la gran mayoría de los tornados se presentan en el centro de este país. ¿Por qué? Veamos de qué se trata este fascinante fenómeno.
¿Qué es un tornado?
Su nombre proviene del latín tornare que significa girar. Un tornado se define como un fenómeno meteorológico, que se presenta al existir un torbellino de aire muy violento que gira sobre sí mismo. A diferencia de
los huracanes (los cuales se forman en el mar), los tornados se configuran únicamente en tierra firme, y extienden su altura hasta las nubes. ¡Los vientos que dan lugar a los tornados pueden alcanzar velocidades hasta de 400 km por hora! Los tornados más fuer tes pueden arrancar árboles, destruir casas y otras edificaciones, levantar automóviles y hasta
succionar el pavimento de las calles, por lo que pueden resultar muy letales a su paso.
La receta para un buen tornado
Los ingredientes para que se forme un tornado son: una masa de aire cálido y húmedo enfrentada con otra masa de aire frío y seco. Adicionalmente es necesaria una corriente ascendente que conecte las dos masas con las nubes. Afortunadamente no sólo la presencia de estos tres factores hace que se forme un tornado, o de lo contrario tendríamos montones por toda la Tierra. Ya verás qué más hace falta.
¿Cómo se forman los tornados?
Cuando chocan las dos masas de aire cálida y fría se origina una fuerte
tormenta, acompañada de una nube denominada cumulunimbus, la cual se caracteriza por tener una forma vertical de gran tamaño. Dentro de esta gran nube se genera una corriente de aire ascendente (debido al intercambio de las temperaturas), en donde el aire frío
desciende y el caliente sube. Pero esto no es suficiente para que se genere un tornado. Aparte, en ocasiones se forman burbujas u otras masas de aire provenientes del calentamiento de la Tierra por los rayos del sol. Alguna de estas masas puede ser succionada por la gran nube anteriormente descrita (cumulunimbus), lo que provoca que ésta aumente su velocidad y fuerza de manera considerable. La rotación
de la Tierra o alguna corriente de aire horizontal impulsan la velocidad de las corrientes verticales de la masa absorbida, y rápidamente ésta “rebota” sobre sí misma generando el famoso tornado.
Partes de un tornado.
Nube madre: la nube de la cual se cuelga el tornado
y generalmente es del tipo cumulunimbus. La par te más alta de la
nube puede alcanzar 10 km de distancia desde la Tierra.
Embudo: prácticamente constituye el cuerpo del tornado, que va desde la nube madre hasta la superficie de la Tierra. Su aspecto es parecido al de una nube que se torna de color grisáseo a medida que avanza aspirando polvo y desechos.
Vórtice: la par te inferior del embudo que está en contacto con la Tierra. En ocasiones pueden existir varios vórtices para un mismo tornado. El vórtice representa la parte más peligrosa de un tornado, pues su diámetro es estrecho y por lo tanto los vientos alcanzan las mayores velocidades. El vór tice arrasa con cualquier objeto a su paso sobre la Tierra.
¿Por qué ocurren con frecuencia en Estados Unidos?
Si te fijas en un mapa de Estados Unidos, específicamente en la composición de su relieve, podrás notar que en el centro del país no existen áreas montañosas. Al no haber una barrera natural (como una montaña) para frenar los vientos que provienen del norte (fríos) y aquellos que vienen del mar por el sur (calientes), las masas de aire viajan con libertad en direcciones encontradas, hasta chocar justo en
la mitad del país. Adicionalmente, las temperaturas del verano calientan la Tierra generando las burbujas que mencionamos antes, y ahí está la receta completa para muchos tornados.
Toma nota:
Aunque en Colombia no se presentan muchos tornados, en ocasiones ocurren, sobre todo en las planicies de la costa caribe. Si algún día estás cerca de uno de estos fenómenos naturales, busca rápidamente refugio en una edificación grande, y aléjate de puertas, ventanas y objetos que pudieran caer. ¡Recuerda que su rumbo es impredecible!
